jueves, 7 de mayo de 2009

Vitaminas y Vision



Es sabido que las vitaminas son sustancias vitales para nuestro organismo por lo que es necesaria una buena alimentación para un buen funcionamiento y desarrollo de éste. Es necesario informar acerca de los correctos hábitos alimenticios, sobre todo hoy en día en este mundo de tantas prisas y estrés, en el que una mala alimentación es muy posible.

El organismo debe recibir a diario vitaminas, minerales y nutrientes para poder garantizar una buena función visual. El problema es que debido al lento desarrollo que presentan los síntomas carenciales de vitaminas, en sus inicios va a ser difícil detectarlo.

Una vitamina esencial para la visión es la vitamina A, gracias a la cual se regenera la rodopsina (proteína presente en las células fotorreceptoras que se descompone al incidirle la luz y permite el proceso visual). Esta vitamina previene las cataratas, la ceguera nocturna, e incluso la ceguera total debido a su poder antioxidante.

Otra vitamina importante para el sistema visual es la vitamina C. Gracias a su efecto antioxidante, protege al cristalino de los procesos que puedan llevar a la opacificación, reduciendo así el riesgo de desarrollar cataratas. En pacientes diabéticos esta vitamina es básica puesto que la demanda de vitamina C aumenta hasta un 50%.

La vitamina E disminuye el riesgo de padecer degeneración macular en un 25%. En el caso de la vitamina B2 al formar parte de la composición de la retina, una carencia implicaría una mala adaptación a los cambios de luminosidad. Sin embargo, tampoco hay que tomarla en exceso debido a que puede convertirse en oxidante y empeorar la situación visual. Existe otra vitamina, la B12, que si se aplica en forma de colirio logramos prevenir la fragilidad epitelial corneal ya que ésta suele ser causa de un gran número de lesiones corneales. Por lo tanto se aplicará en casos de irritación y dolor conjuntival.

La ingestión de zinc en forma de suplementos alimenticios puede ser beneficiosa para la salud ocular, debido a que ayuda a retrasar la progresión de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) en algunas personas. Por otro lado, los carotenoides presentes en algunas verduras, frutas y la caléndula, son unos pigmentos que tienen un efecto protector sobre la longitud de onda corta (rayos UV) que pueda penetrar dentro del ojo, reduciendo así el riesgo de padecer DMAE. Es muy importante ingerirlos mediante la dieta debido a que no son sintetizados por el organismo.

Existen estudios que revelan que la incorporación de ácidos grasos esenciales (Omega 3) a la dieta previene el síndrome de ojo seco en las mujeres. Sin embargo, otro tipo de ácidos grasos, el Omega 6, puede conseguir lo contario: aumentar el riesgo de sufrir esta patología. También parece ser que los beneficios antioxidantes del vino tinto ayudan a retrasar la aparición de la DMAE.

Como se ha visto, una buena alimentación es necesaria para el cuidado de nuestra visión por lo que hay que intentar mantener unos hábitos alimenticios saludables ya que es de gran importancia para nuestro cuerpo y para nuestros ojos.

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